Por Herr Padrón
Cuando uno piensa en Bélgica, una de las primeras ciudades a la que a uno le viene a la mente es Brujas, una pequeña ciudad ubicada en el Noroeste de Bélgica, que se caracteriza por la venta de chocolate y su arquitectura, lo que atrae a turismo de todos lados y hace que al caminar por sus calles escuches todo tipo de idiomas.
Esta ciudad tiene como apodo "La Venecia del Norte" porque tiene innumerables canales que serpentean a través de la ciudad como si fueran un collar de perlas. Canales enmarcados por
calles de adoquines, arcos de ladrillos, iglesias de piedra y puentes pintorescos que te transportan a la época medieval. Además, no debemos olvidar que Brujas está incluida en
el Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
BRUJAS
Mi visita a esta maravillosa ciudad duró solamente un fin de semana donde disfruté de la compañía de amigos, de excelentes comidas, y al ser una ciudad tan turística y no reservar con anticipación un hotel, estuvimos a punto de tener que dormir en el auto, cosa que después de intentar en 10 hoteles distintos; por fin conseguimos en uno (del cual mejor ni diré el precio, pero que por ser entre cuatro personas nos alcanzó), así que si quieres visitar esta ciudad te aconsejo hacer una reservación previa. Pero aquí puedes revisar varias opciones de hospedaje.
Por la noche, se pueden disfrutar de varios lugares donde tomar la cerveza y pasar una noche increíble, contar historias y paladear una rica cerveza oscura de Bélgica.
Por su arquitectura y vistas, en Brujas es casi imposible no querer tomar fotos en casi cada esquina, además de que en los canales encontrarás cisnes posando sobre el agua, carruajes tirados por caballos en las calles y narcisos en el parque, por lo que el resultado es casi mágico.
RECORRIENDO BRUJAS
Al segundo día, nos disponemos a recorrer de nuevo las calles para encontrar nuevos lugares, no sin antes acabar con el desayuno buffet que ofrecieron en el Hotel. Las calles nos reciben con un mercado que en México se conocería como Mercado de Pulgas o de Chácharas, donde puedes encontrar cosas tan viejas que ni siquiera sabes para que podrías usarlas, hasta cosas llenas de historia.
Pasear por el centro es algo que no te perderás en tu recorrido, donde tendrás como principal atracción el casco urbano medieval mejor conservado, dominado por el campanario de su Plaza Mayor. El centro de Brujas está cerrado a los autos, por lo que podrás disfrutar al máximo toda la impresionante belleza y la cultura de esta inolvidable ciudad, que por supuesto puedes explorar fácilmente a pie, o dando un paseo en barco por los tranquilos canales, algo que no debes perderte.
Si eres de los que disfrutan de paseos guiados, aquí te dejo algunos:
Los ríos que atraviesan la ciudad son usados por los turistas para conocer a través de un recorrido la historia de la ciudad, cosa que por nuestra parte no realizamos ya que disfrutamos de perdernos por nuestra cuenta, encontrando lugares con colores, aromas y sabores tan distintos que es difícil definir qué es lo que más nos gusta.
Pero todo viaje tiene su final, y nos disponemos después de tomar el último café, a emprender el viaje de regreso, aunque estoy seguro que este viaje tan solo es el inicio de muchos más por Bélgica.
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